martes, 22 de septiembre de 2009

Nunca dejes de darte otra oportunidad...


Definitivamente hay cosas que lastiman profundamente, que no se borran con el paso del tiempo.
El engaño de un ser querido nos puede volver desconfiados.
La mentira se convierte en una sombra y el temor en una mala compañia.
A pesar de los desaciertos, de lo dificil que se vuelva el camino, no dejemos de darnos otra oportunidad para querer, para confiar y para mostrarnos a los demás.
Acaso las hojas de los árboles no vuelven a crecer después del otoño?...después de una herida la piel no se regenera?...
pues bien la vida nos brinda segundas oportunidades, no para comenzar de nuevo, al fin y al cabo los golpes y la decepciones seguirán, pero si para continuar y esforzarnos más.
No hay algo peor que las barreras se las ponga uno mismo, culpando y esperando todo de los demás...
Lo más sensato es aceptar y reconocer los errores , demostrar con hechos que vale la pena confiar una vez más.

Che pochyma nendive


Flor de amoroso quebranto
Entre las cuerdas nacidas
Triste suene este canto
Que ya nunca cantaré.
Y sepa Leonora ingrata
por traición, tu desvío
para siempre rojheyata
che pochyma nendivé.
Tú sabes cuán te quería;
tú sabes que yo celaba
hasta de la luz del día;
nde resá jha ne rembé.
Jamás Leonora creía
tu falsedad despiadada
mara angá pa vida mía
coicha neañá che ndivé.
De las horas que a tu lado
feliz pasaba en mi vida
y a tu belleza entregado
que ya nunca olvidaré.
Porque mi amor ofendido
la felicidad pasada
no puedo dar al olvido
che pochyramo yepé.
Mi inocente amor de niño
jamás pensó que podría
mudar traidor tu cariño
y rendido te adoré.

Pero co´angha ya opama
aquel amor sacrosanto,
para siempre rojheyama,
che pochyma nendivé.
Te dejo a gozar hermosa
tranquilamente la dicha
de tu traición amorosa
con el che recoviaré.
Y sepa que desde ahora
todo acabó entre nosotros
,
adiós mi bella Leonora
che pochyma nendivé.
Cuando algún lejano día
te dé un golpe el desengaño
y lamentes vida mía
ne manduá che rejhé,
recuerda que te quería
con toda el alma y que ahora
para siempre vida mía
che pochy jhá nendivé
.
Letra: Emiliano R. Fernández
Música: Félix Pérez Cardozo

Un antes y un después...


El tiempo nos permite diferenciar y recordar etapas de nuestra vida,

reflexionar acerca de las cosas que hicimos o dejamos de hacer,

lo que dijimos o callamos.

Llegamos a un punto medio en el que paramos para ver cuanto llevamos, cuanto perdimos.

El tiempo no es amigo o enemigo,

simplemente pasa y cada quien debe aprovecharlo, aprender de los errores, vencer los obstáculos y disfrutar de los buenos momentos.

Todos pasamos por un antes y un después.

El pasado por malo que sea nos ayuda a mejorar el presente y sobre todo a guardar historias que perdurarán para siempre.